sábado, noviembre 23, 2024

Los balnearios españoles solicitan la prórroga del contrato de Termalismo Social del IMSERSO

La situación sanitaria derivada de la pandemia de la COVID-19 provocó el pasado mes de marzo la suspensión temporal del Programa de Termalismo del IMSERSO que difícilmente se reactivará hasta febrero de 2021. Tras el fin del estado de alarma se ha constatado desde la Asociación Nacional de Balnearios (ANBAL), que preside el empresario cántabro  Miguel Mirones, que los mayores de 65 años han seguido viajando durante estos meses de verano y han supuesto una media del 35% de los clientes totales que han recibido los Balnearios que reabrieron sus puertas.

Es importante destacar que todos los Balnearios asociados a ANBAL que han estado abiertos durante este tiempo han implantado los protocolos de prevención de riesgos frente a la COVID-19 que realizó el ICTE por mandato del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Las guías, elaboradas junto con patronales, comunidades autónomas, ayuntamientos, sindicatos y asociaciones de prevención de riesgos laborales, son las únicas que han sido aprobadas por Sanidad para el sector turístico. Nueve Balnearios, además de aplicar los protocolos, han obtenido el sello SafeTourismCertified que creó el ICTE con el objetivo de certificar mediante auditoría el cumplimiento de los protocolos.

Tras comprobar la buena respuesta del público y las personas mayores durante el verano y la rigurosidad por parte del sector en la aplicación de medidas para garantizar las medidas de higiene y de prevención frente a la COVID-19, la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Balnearios ha acordado realizar una petición al Gobierno para que se produzca la prórroga del contrato del Programa de Termalismo Social y no uno nuevo. La razón es que los plazos de tramitación administrativa habituales podrían retrasar demasiado en el tiempo el inicio del Programa, con los perjuicios laborales y económicos que esto supondría para los Balnearios y las comarcas rurales en las que están ubicados. En este sentido, es importante destacar que estos establecimientos son el tractor económico de los municipios y zonas que los albergan y por lo tanto realizan una importante labor social al tener contratados un gran volumen de trabajadores de estas comarcas, en su mayor parte mujeres, que difícilmente encontrarían una alternativa si no se reinicia su actividad y se reactiva el Programa.