Conmemoración de los 500 años de la primera vuelta al mundo
En el Monasterio de Uclés (Cuenca ) homenaje a Magallanes. Fuimos los primeros, Magallanes, Elcano y la vuelta al mundo, se inscribe en los actos programados para la celebración del V Centenario de la expedición de la primera vuelta al mundo. Dos aspectos fundamentales de esta empresa, la transcendencia de la expedición culminada por la Corona de España y el valor de la figura de Hernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.
Salieron de Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519, cinco naves, Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y Santiago, abastecidos para dos años y con previsión de regresar cargados de valiosas mercancías. Navegaron por un océano conocido, el Atlántico y otro por descubrir, el Pacífico, al que llegaron tras el hallazgo del estrecho, actualmente denominado como el capitán general de esa armada, Magallanes.
La región de Magallanes, ocupa el extremo meridional del territorio chileno y del continente americano, comprende la parte austral de la Patagonia y la sección occidental de la Tierra del Fuego.
Caballeros en la Mar, se llamó a la celebración magnífica que se llevó a cabo en el Monasterio de Santiago de Uclés, del siglo XVI de estilo renacentista, actualmente tiene el estatus de Bien de Interés Cultural, se encuentra en la provincia de Cuenca, enclave entonces y controlado por los musulmanes, ya que está construido en la cúspide de un cerro, a cuyos pies al oeste, se desplaza la localidad de Uclés. Forma parte de un gran conjunto de edificios construidos durante los diferentes periodos históricos, iniciándose durante la dominación musulmana, alcanzando su plenitud como fortaleza durante su posesión por parte de la orden de Santiago, de la que era su casa más importante y adquiriendo su aspecto actual, una vez terminada la Reconquista.
La construcción del Monasterio se inició el 7 de mayo de 1529 durante el reinado de Carlos I, es Monumento Nacional desde 1931. Magallanes fue comendador de la orden de Santiago y el Monasterio es cabeza de dicha orden.
Llegamos al Monasterio en dos horas desde Madrid, allí nos esperaba un espectáculo único, con la dirección artística de David Pérez, en la Sala Grande del Monasterio, que se convirtió en una nave, una especie de arca en la que navegan los artistas, se basa en las sensaciones y vivencias intimas de un marinero anónimo, embarcado rumbo a mares desconocidos.
El programa seleccionado y orquestado por Luis Carlos Ortiz, director musical, se basa en la música del renacimiento de la corte española del siglo XVI. La orquestación hecha para un pequeño grupo de cámara, nos remite a temas que hubieran podido escucharse en un barco durante la travesía en alguno de los viajes y combina momentos de gran intensidad rítmica con otros de gran espiritualidad.
Mediante la palabra, el guionista Andrés Alés transmite emociones a través de un diálogo interior, íntimo, a media voz por el protagonista, un marinero anónimo que plasma en su diario, las vivencias y sentimientos más profundos que se producen durante el viaje.
Los dibujos de la ilustradora Ana Yedros crean un escenario indefinido y surrealista, casi como surgidos de la mente del marinero en momentos de ensoñación. La obra artística convive con los músicos creando un retablo en movimiento.
La cena temática se desarrolló en el Claustro Alto del Monasterio. El espacio se inunda con reflejos del mar, y como si estuviéramos en la cubierta de un barco, el público (periodistas) nos sentamos en mesas alargadas para compartir el menú diseñado por un chef de prestigio y acompañado por vinos de las DO de Uclés y Jerez, el menú se basa en un recorrido geográfico y cultural y se compone de alimentos y especias que pudieron ir en los barcos en sus viajes alrededor del mundo.
En el Museo Naval de Madrid, se puede visitar una exposición con el nombre
“Fuimos los primeros Magallanes, Elcano y la Vuelta al Mundo “
MARÍA ROSA JORDÁN