Desde el pasado día 16 de este mes se han iniciado las visitas a la ciudad romana de Julióbriga, ubicada en Retortillo, del municipio de Campoo de En medio, (Cantabria) después de que se hayan efectuado reformas de mejora en la Domus. Estas pueden hacerse de martes a domingo en horario de 10:00 a 17:45 horas y en grupos máximos de 8 personas, que deberán guardar las medidas de prevención dictadas como consecuencia de la pandemia del coronavirus. El trayecto se desarrolla por los barrios de la ciudad., a través de los yacimientos próximos a la Domus, y en los que ha venido trabajando durante más de 40 años el profesor José Manuel Iglesias.
Una de las primeras visitas que recibió el complejo fue la de los miembros de la peña cultural-gastronómica Los Compangos, que se desplazaron hasta Campoo para, además, probar el cocido de arvejas, un guiso típico de la zona, difícil de encontrar por no existir cultivos de esta legumbre.
Juliobriga se creó como núcleo administrativo de la última conquista de Cantabria, con el fin de servir para control del tráfico entre la meseta y la cordillera cantábrica. Fue un punto clave en las comunicaciones. Además de ser “capital administrativa” de la zona, fue también un foco importante para la romanización de los antiguos cántabros, ya que, además de su poder, trajeron sus costumbres y modos de vida a la parte norte de Hispania.
Gracias a los datos del historiador Plinio se sabe muchas cosas de la antigua Juliobriga, como que era la única ciudad digna de mencionar entre los cántabros.
La Domus, que ha visto mejorada su grafismo y la información de los diversos espacios expositivos, es una reconstrucción de la llamada “casa de Los Morillos”, excavada en la misma ciudad y perteneciente a una familia de clase media-alta. Alberga una exposición permanente, en donde se exhiben los objetos más significativos recuperados durante las excavaciones arqueológicas de la ciudad. La visita se inicia con un audiovisual que habla de los antecedentes históricos y los hechos que desembocaron a la fundación de la ciudad. A través de las escenografías existentes, el visitante puede conocer, en visita guiada, las principales estancias de una casa romana como el atrium (patio interior), el lararium (altar), la culina (cocina), el triclinium (salón-comedor), el cubiculum (dormitorio) y la tabernae (tienda),conociendo los principales aspectos de la vida cotidiana de los romanos. De la ciudad romana se ha excavado un 10 por ciento de su trazado urbano. A pesar de ello, se conocen las dos calles principales y parte del foro romano, situado en el cruce de ambas vías. En el foro, porticado, quedan los cimientos de un pequeño templo consagrado a Júpiter (protector de Roma) y Augusto (fundador de la villa). Sobre el foro se sitúa la Iglesia románica de Santa María de Retortillo construida en el siglo XII. Próximo al foro se hallan los restos de un barrio de clase baja, constituido por pequeñas estructuras de 15 a 35 m². Las casae o tugurium estaba formado por estancias carentes de un patio central donde habitaba la familia con los animales. Separado por la carretera que actualmente llega a Retortillo, se sitúan los cimientos de la casa de los Morillos y adosada a ésta, la casa de los Mosaicos parcialmente excavada. Ambas tienen en torno a los 700 m² y pertenecieron a familias con un nivel de vida medio y alto. En “La Llanuca” se encuentran las grandes casas, de unos 1.200 m² y comparables con las mansiones actuales. Estas pertenecieron a la clase alta de la ciudad.
Andrés Alonso