Tras el furor continental de la película, que narra el trágico accidente de un equipo de rugbiers uruguayos, en la cordillera de Los Andes, te contamos que opciones turísticas hay para conocer de cerca la historia y disfrutar de un viaje inolvidable.
Desde 2021 la zona de Alto Colchagua en Chile se ha posicionado como un destino turístico. Hace medio siglo atrás este mismo sector, colindante a la cordillera, fue escenario del “Milagro de los Andes”.
Sumergido entre cañones cordilleranos y a dos horas de Santiago, la zona ubicada en la Región de O’Higgins deslumbra a sus visitantes con sus imponentes paisajes y sus torrentes de agua cargadas de minerales, las que descienden con fuerza desde lo alto de las montañas.
Alto Colchagua es parte de la cordillera de los Andes, el gran macizo andino de Chile central. Dentro de las excursiones que se pueden realizar está la visita a las Huellas de Dinosaurios y el volcán Palomo, de 4.850 metros en altura, cuyo nombre proviene por la forma que le dan sus glaciares, similares a las alas de un palomo. Actualmente está inactivo y frecuentemente es escalado por diversos andinistas, distinguido por su hermosa vista desde la cumbre. A pesar que el cerro tiene acceso por sus cuatro glaciares, la ruta más conocida es por el camino que une San Fernando con las Termas del Flaco, siguiendo el curso del río Azufre primero y San José posteriormente, confluencia por donde descendieron dos de los sobrevivientes, Fernando Parrado y Roberto Canessa, luego de largas horas de caminata y envalentonados más por el ánimo que por las fuerzas propias, después de 70 días perdidos en la inmensidad montañosa, sitio donde fueron encontraron por el arriero Sergio Catalán, un hombre de campo que fue por ayuda.
El Valle de Colchagua, zona vinícola por excelencia, es famoso por sus variedades de Cabernet, Carménère, Malbec y Syrah. Las viñas ofrecen recorridos por sus instalaciones, muestras culinarias, trekking, paseos en bicicleta, en carruaje o a caballo. Durante la Vendimia, fiesta emblemática que se lleva a cabo en el mes de marzo, las bodegas permiten visitar y conocer al detalle cada uno de los procesos para la
elaboración de los vinos. Además, brindan la posibilidad de degustación gastronómica y la compra de algunas artesanías características.
San Fernando: memorial y museo
Luego de ser recatados, los sobrevivientes de “La Sociedad de la Nieve” fueron al antiguo Hospital San Juan de Dios de San Fernando, ciudad en donde se entregó la primera atención médica al grupo de jóvenes uruguayos. Pasados más de 50 años del accidente, el lugar hoy luce renovado, pero aún se recuerda el “Milagro de los Andes” con un mural pintado por Carlos Páez -uno de los 8 sobrevivientes que fueron internados en el hospital- en agradecimiento al personal de salud.
Con motivo de la película, Roberto Canessa y Gustavo Zerbino, otro de los sobrevivientes, volvieron a recorrer la zona que los acogió. Uno de los lugares que visitaron fue la Parroquia Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, Monumento Nacional de Chile, hogar de algunas fotografías originales del rescate y documentos históricos que recuerdan sobre el milagro.
La iglesia no es el único lugar de San Fernando en dónde se puede aprender más sobre “La Sociedad de la Nieve”. El Museos Casa Lircunlauta cuenta con una sala dedicada a la odisea en Los Andes donde también se pueden revisar documentos de la época. Un poco más hacia la cordillera, en la localidad de Puente Negro, también se puede visitar una escultura en honor a Sergio Catalán.
De camino de regreso a Santiago, otro de los atractivos para los turistas es la hacienda “Los Lingues”, de fines del siglo XVI; conserva sus construcciones de barro y paja con un estilo colonial inconfundible y permite conocer una típica propiedad agrícola chilena de aquel tiempo. Brinda una gastronomía de excelencia con productos frescos de su propia huerta y el pan recién horneado, listo para deleitarse.
Sin dudas, conocer la historia de la historia, en relación al hecho ocurrido a inicios de los ´70 tiene un singular encanto y si además se puede aprovechar y conocer destinos únicos, doblemente fascinante. La invitación está hecha.