Escritores y periodistas de FEPET se han reunido recientemente en Egipto para celebrar su Congreso Internacional. Un ansiado congreso que venía gestándose desde hacía varios años y que por fin ha podido realizarse gracias a la labor de Hamdy Zaki, egiptólogo, que fue durante muchos años director de la Oficina de Turismo de Egipto en España y América Latina. Un congreso en el que participaron 40 periodistas y escritores que pudieron disfrutar del país más fascinante del mundo. El programa del viaje fue diseñado por el propio Hamdy Zaki y por Enrique Sancho, de la mano de Mariano Palacín, presidente de FEPET.
Cabe destacar el trabajo de la agencia DUNAS TRAVEL EL CAIRO y de su presidente Atteya El Yamany que prestó excelentes servicios en todo momento, como importantísima la labor de los dos guías que acompañaron al grupo, Ihab Aly y Ahmed Islam, ambos expresándose en un correcto español. También la compañía aérea NESMA AIRLINES, gestionada por MASTER FLIGHTS permitió al grupo volar en poco más de cuatro horas de Madrid a Asuan. El director de la misma es Alfonso Martínez.
Los congresistas fueron recibidos nada más bajar del avión con un grupo folklorico que resultó muy atractivo como también lo fueron todas las veladas que se sucedieron tanto en el hotel RAMSÉS HILTON, como en el barco NILE MARQUISE, dotado de todos los servicios y comodidades. Los congresistas disfrutaron las noches con bailarinas de las danzas del vientre y con los famosos derviches. Todo fue poco para hacernos del viaje algo inolvidable.
Aunque algunos de los congresistas ya conocían Egipto de sus anteriores viajes, sin embargo, no habían visitado la Biblioteca de Alejandría ni habían tenido la oportunidad de conocer todas sus dependencias acompañadas por sus directivos. Fue una visita emocionante toda vez que los escritores pudieron donar algunos de sus libros en un acto protocolario y oficial ante las dos banderas, egipcia y española. Durante los discursos por parte de los representantes de la biblioteca se dijo que nuestros nombres figurarán junto a otras ilustres personalidades del mundo, además, y para siempre, junto a los de Cleopatra y Marco Antonio. Todo un honor para el grupo de FEPET.
Otra de las visitas especiales fue al Museo del premio nobel de Literatura, Naguib Mahfuz, un precioso edificio que se encuentra detrás de la mezquita de Abu Dahab, a unos pasos de Wikalet el Ghouri. Consta de tres pisos de estructura de madera, muy bello y conservado. El museo es una visita obligada para los amantes de la literatura. Hamdy Zaki, quien fue amigo del escritor, ha sido uno de los artífices de la recopilación de archivos, libros y documentos que han sido incorporados al museo. Durante la visita, Zaki habló a los asistentes de diferentes aspectos de la vida del premio nobel, así como del propio museo.
Precisamente, en uno de los libros más famosos del escritor, El callejón de los milagros, por donde los miembros de FEPET tuvieron oportunidad de transitar, se narra la vida de la gente que vivía en aquel tiempo y que todavía permanece inalterable sin que nada haya cambiado porque Egipto conserva sus costumbres y sus tradiciones como si nada hubiera sucedido. Es una filosofía de vida que corre paralela a la propia vida de sus templos y tumbas. Aunque transcurran milenios todo permanece. Tal vez sea esa la filosofía egipcia y Naguib Mahfuz la describe muy bien en sus libros.
Otro de los momentos especiales del que disfrutamos fue la cena acompañados por el gran egiptólogo Zahi Hawass, quien, de la mano de su amigo Hamdy Zaki nos acompañó para departir amablemente con todos nosotros mientras hacía de traductor su amigo Hamdy. Zahi Hawass es el más importante arqueólogo del mundo, que dirige numerosas excavaciones. Nos dijo que muy pronto podrá anunciar al mundo el descubrimiento de la tumba de Nefertiti, para lo que lleva trabajando mucho tiempo. La cena tuvo lugar en un moderno restaurante propiedad de la familia de Omar Sharif, que fue amigo de Hamdy. Por cierto, el restaurante está ubicado en un modernísimo barrio en la lujosa ciudad de Zayed, a unos 40 kilómetros de El Cairo que cuenta con todos los servicios imaginables donde residen las clases más favorecidas. Allí todo está impoluto, todo refulge, desde los escaparates hasta las baldosas del suelo a las que se les pasa una mopa. Zayed, un lugar diferente, privilegiado que contrasta con la dura vida de los que malviven a diario por las calles de las ciudades donde todo está por hacer.