A través de la web de Visit Argentina, Inprotur publicó un listado con cinco destinos ideales para recorrer a caballo, por medio de excursiones que se combinan con los paisajes y los asados.
En general, las cabalgatas suelen conectar a las personas con la naturaleza y la majestuosidad de sus paisajes, aunque también es la excusa perfecta para compartir la vida de campo y aprender sobre las costumbres y tradiciones.
En ese sentido, Córdoba se presenta como una provincia que cuenta con una gran extensión territorial y una rica diversidad de recursos naturales y guías expertos para realizar esta actividad.
A raíz de esto, el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur) en la web de Visit Argentina elaboró un listado con cinco destinos ideales para hacer cabalgatas en la tierra del fernet, del cuarteto y de las sierras monumentales.
Pampa de Oláen
Es un espectáculo natural ubicado en el departamento de Punilla, más precisamente en La Falda. En lo que a cabalgatas respecta, tiene varias alternativas y lo mejor es que todas incluyen paradas gastronómicas para degustar la propuesta de la región. Por un lado, hay opciones de media jornada que duran cuatro horas y habilitan excursiones guiadas por las famosas sierras cordobesas. Y, por el otro, travesías que se organizan una vez al mes y duran hasta dos días. Estas últimas comienzan en la Pampa de Oláen y terminan, según el circuito, al pie del Cuchi Corral, un cerro de vistas increíbles y el más elegido por los viajeros para hacer actividades al aire libre. Incluso se lo reconoce por los vuelos en parapente que atraen a turistas de todo el mundo.
Otro imperdible de la zona es la Cascada de Oláen, muy recomendada para quienes busquen despertar sus sentidos rodeados de naturaleza. Los deportistas más sofisticados tienen la posibilidad de hacer senderismo por el cerro La Banderita o recorrer el territorio en bicicleta hasta el Mirador del Cuadrado.
La Cumbrecita
Aunque parezca mentira, este centro urbano no admite autos ni vehículos motorizados, es decir, se transforma en un auténtico pueblo peatonal argentino. Recorrer sus caminos tanto a pie como a caballo es una experiencia libre de obstáculos.
De acuerdo al grado de dificultad que tengan los jinetes, hay cabalgatas que atraviesan el pueblo y bordean los márgenes del Río del Medio, como así también algunas más complejas que se adentran en las Sierras Grandes y habilitan vistas extraordinarias del Valle y sus alrededores.
Un dato importante es que esta zona fue nombrada Reserva Natural de Uso Múltiple para fomentar su conservación, con algunos atractivos como la capilla histórica, las cascadas y el Cerro Wank.
Alta Gracia
Es un lugar en el que abundan los guías profesionales, los caballos amigables y paisajes de película. Entre los planes más interesantes, se destacan las cabalgatas de dos o tres horas que atraviesan la historia local con paradas por la Hornilla Jesuítica y el Primer Paredón en las Estancias Jesuíticas. No hay que dejar de lado las jornadas de un día con circuitos de mayor extensión que recorren el Cerro Chato, que encima es el más alto de la zona, y también pasan por el dique Los Molinos.
La Cumbre
Su propuesta no se reduce únicamente a algunas horas, sino que ofrecen paseos que rodean el Río Pintos y, para los más entusiastas, habilitan la posibilidad de pasar una noche bajo las estrellas en las sierras. De hecho, todos los meses se organizan excursiones bajo la luz de la luna llena. De todas formas, también hay alternativas más cortas que atraviesan pastizales, arroyos y paisajes igual de alucinantes.
Por otro lado, La Cumbre cuenta con un Golf Club de 18 hoyos que recibe viajeros aficionados de todo el mundo. Tiene una bodega y un viñedo para los fanáticos del vino argentino. Y como plan alternativo, la Plantación de Lavandas de Domaine de Puberclair pinta un paisaje de flores violetas que son ideales para los amantes de la fotografía.
Santa Rosa de Calamuchita
Queda justo entre las Sierras Chicas y las Sierras Grandes cordobesas. Está solo a 100 kilómetros de la capital y es la ciudad más habitada del Valle de Calamuchita. Sus paisajes serranos se transforman en postales que mejoran gracias a las cabalgatas. Hay clásicos recorridos por la Costanera del Río Santa Rosa y travesías por el Cordón de las Sierras Chicas para quienes busquen algo más desafiante. Además, algunas noches de luna llena se organizan cabalgatas con un gran combo de fogón y comida al disco.
Sobran las opciones al aire libre, hay caminatas, actividades de pesca, aventuras en 4×4 y excursiones guiadas, entre muchas alternativas turísticas. Para los seguidores del mountain bike, se puede pedalear junto a guías autorizados hasta la Reserva Natural de la Cascada. ¿La recompensa? Un salto de 6 metros. Y quien quiera relajarse con vistas privilegiadas tiene que saber que la costanera es, sin dudas, la locación más elegida sobre todo en verano.
La Paquita
La premisa de cabalgar se sostiene en la zona del Parque Nacional Ansenuza, principalmente en la encantadora localidad de La Paquita. Se trata de un paseo rural de una hora y media que finaliza en la costa de la Laguna Mar Chiquita. El recorrido devela continuamente paisajes agrestes, la fauna del monte y una gran diversidad de aves. Las postales son un regalo de la naturaleza que incluso se potencia cuando baja el sol. De hecho, se dice que desde aquí se puede apreciar uno de los mejores atardeceres del mundo.
Por supuesto, además de los caballos, la zona se presta al famoso avistaje de aves, protagonizado por los más de 300 mil flamencos que residen en el Parque, el senderismo y un recorrido por las aguas de la Laguna Mar Chiquita.