lunes, mayo 6, 2024

Destinos peligrosos

Los  destinos  más peligrosos del mundo, ya sea por su topografía,  accidentes geográficos. por existir  animales venenosos o porque las condiciones meteorológicas los tornan riesgosos.

Algunos de ellos no son destinos turísticos, sino lugares de nuestro planeta al que solamente acceden en la actualidad científicos y estudiosos de los fenómenos que allí ocurren. Todos, sin embargo, son dignos de ser considerados entre los lugares más peligrosos del mundo.

El Valle de la Muerte (Estados Unidos)

El Valle de la Muerte, en el desierto norteamericano de Mojave, es insoportable por sus altas temperaturas. Este impresionante lugar ostenta el récord de la temperatura más alta jamás registrada en nuestro planeta, nada más y nada menos que 56,7 grados Celsius, según un reporte de 1913.  En el año 2020, el Valle de la Muerte registró otra temperatura impresionante, de 54 grados Celsius, que aspira a ser validada como récord mundial de temperatura, según nos confirma el Doctor en Ciencias y gran meteorólogo cubano, José Rubiera, pues aquel registro inicial de 56,7 grados Celsius de 1912 nunca fue certificado. Pero no importa lo resistente que el viajero pueda ser. El sol abrasador y el calor insoportable en el Valle de la Muerte dejan exhausto a cualquiera muy rápidamente. Sin agua, sólo se puede vivir allí unas 14 horas.

El Desierto de Danakil (Eritrea)

Temperaturas abrasadoras que a menudo superan los 50 grados Celsius, cuenta con numerosos volcanes activos, géiseres que escupen gases tóxicos.: Es difícil imaginar un paisaje más brutal que el desierto de Danakil en África. La mayoría de la gente probablemente consideraría este terrible lugar como un “Infierno en la Tierra”, pero sigue atrayendo a muchos valientes aventureros de todo el mundo. Sólo hay que tener en cuenta que visitar el desierto de Danakil por cuenta propia, sin un guía experimentado, está estrictamente prohibido.

Monte Washington (Estados Unidos)

La cima del Monte Washington, en el estado norteamericano de New Hampshire, ostenta el récord mundial de los vientos más rápidos sobre la superficie de la Tierra. La velocidad más alta registrada aquí fue de 372 km/h, el 12 de abril de 1934, sin condiciones de huracán o tornado. Sin embargo, los fuertes vientos no son la única preocupación en esta zona: las temperaturas gélidas, que pueden llegar a los 40 grados Celsius bajo cero, y las fuertes y continuas nevadas, hacen del Monte Washington un lugar muy peligroso. A pesar de su modesta altura de 1.917 metros, el Monte Washington es uno de los picos más mortíferos del mundo. Las cargas que el cuerpo humano experimenta en su cima pueden compararse con las que se viven en la cima del Monte Everest, de más de 8.000 metros de altura.

Volcán Sinabung (Indonesia)

El Sinabung es un volcán activo situado en la isla Karo de Sumatra del Norte. Las erupciones se producen aquí con mucha frecuencia, dejando a menudo a miles de personas sin refugio ni sustento. Las ciudades y pueblos cercanos ya han quedado completamente cubiertos de lava y ceniza en varias ocasiones: en 2010, 2013, 2014, 2015  y 2016. La última explosión se produjo  recientemente el 1° de marzo de 2021. Esa erupción expulsó una nube mortal de gas volcánico, piedras y cenizas hasta una altura de 2.500 metros.

lha da Queimada Grande (Brasil)

Escondida en algún lugar de la costa de Brasil, esta isla es ampliamente reconocida como el lugar más peligroso del planeta. La razón es muy sencilla: está lleno de una de las serpientes más venenosas del mundo, la bothrops. Los investigadores calculan que en la isla viven unas cinco serpientes por metro cuadrado. Hay varias historias de personas que han sucumbido a los mortíferos depredadores en poco tiempo. El faro de la Isla de las Serpientes, como también se le conoce, está automatizado desde hace años y el gobierno brasileño ha prohibido a cualquier visitante poner un pie allí.

Parque Nacional Madidi (Bolivia)

A primera vista, este lugar parece muy pintoresco, pero en realidad es bien peligroso. Sus inmediaciones albergan la fauna más venenosa y agresiva del mundo: el contacto con cualquiera de las plantas que crecen en este parque puede provocar graves lesiones, picaduras, sarpullidos y mareos. Cualquier corte, o incluso una pequeña herida, puede infectarse rápidamente con parásitos tropicales y generar serias afectaciones en la salud.

Atolón de Bikini (Islas Marshall)

Perdida en algún lugar del océano, esta isla parece un trozo de paraíso Pero el atolón de Bikini fue en realidad el hogar de numerosos programas de pruebas nucleares que convirtieron la pintoresca isla de Bikini en un páramo radiactivo.

Los habitantes se vieron obligados a abandonar sus hogares, y aún hoy sigue siendo peligroso para los organismos vivos estar allí. El nivel inusualmente alto de radiación que se registra allí puede causar varios tipos de cáncer.

Depresión de Afar (Etiopía)

El volcán Erta Ale, en la región etíope de Afar, es uno de los más peligrosos del planeta. Pequeños terremotos sacuden constantemente la región, formando numerosas y profundas simas. Esto ocurre porque el Erta Ale contiene dos lagos de lava en su cráter. La cantidad de lava que hay en ellos cambia constantemente, lo que hace que la superficie de la Tierra se sacuda hacia arriba y hacia abajo.

Lago Natron (Tanzania)

Puede parecer un paisaje extraterrestre, pero esta imagen surrealista es en realidad el Lago Natron en Tanzania. La costra de sal alcalina de la superficie del lago es tan peligrosa que todos los seres vivos mueren al entrar en contacto con ella.

Por razones obvias, está estrictamente prohibido nadar en este lago. El fuerte olor a sulfuro de hidrógeno que desprende su superficie no permite admirar el impresionante paisaje durante mucho tiempo.

Isla Skellig Michael (Irlanda)

La isla se hizo famosa tras convertirse en lugar de rodaje de La Guerra de las Galaxias, pero para nada es un destino turístico seguro. Hay 600 escalones antiguos que suben por la ladera de la montaña y que no tienen absolutamente ningún elemento de seguridad. Tampoco hay comida ni agua, ni centros de visitantes, ni baños, ni lugares de hospedaje.

Hay que hacer un viaje de una hora en barco por aguas sumamente bravas sólo para llegar allí, y a menudo los barcos ni siquiera pueden atracar debido a las altas marejadas y al mar picado. Como si fuera poco, la zona es propensa a los desprendimientos de rocas, y las escaleras de piedra, que tienen más de 1.000 años de antigüedad, son ásperas, irregulares y serpenteantes.