sábado, noviembre 23, 2024

Dia Internacional del Cocido

Andrés Alonso. Ruente.

La localidad española de Ruente (Cantabria) fue escenario, el pasado sábado, de la celebración del Día Internacional del Cocido, con una jornada festival que buscaba el promocionar el cocido montañés, típico guiso cántabro, que se ofrece en las cartas de los más de 40 restaurantes que jalonan la ruta de Cabezón de la Sal a Los Tojos.

La Cofradia de los Cocidos de Cantabria llevó a cabo un atractivo programa, con manifestaciones folclóricas que inundaron las calles y plazas del pueblo cabuérnigo.

Al mediodía, en la casa consistorial se desarrolló el acto conmemorativo con la asistencia de una treintena de cofrades luciendo sus trajes de ceremonia. Estuvieron presentes los alcaldes de los municipios de Cabezón de la Sal, Mazcuerras, Ruente, Cabuérniga y Los Tojos Víctor Reinoso, Javier Camino, Jaime Díaz, Rosa Fernández y Belén Ceballos, respectivamente.

El Gran Maestre de la cofradía, Gabriel Argumosa, recordó que en Ucieda se viene celebrando La Fiesta del Cocido desde hace 52 años y que se había escogido el lugar para la celebración por ser Ruente el corazón de la Ruta de los Foramontanos. Habló del cocido montañés desde sus orígenes, de sus ingredientes y    de las recetas.

Argumosa animó a consumir el cocido montañés, a “buscar y rebuscar locales, que los hay, y de gran nivel de elaboración” y a no olvidar la cocina de nuestras abuelas para disfrutar de su degustación compartida con familia o amigos porque “hacerlo comunitariamente desata conversación y en conjunto fraternidad y hasta cierta euforia”.

Un cocido es un guiso, completo y potente, que se elabora a través de la cocción con agua y cuyos ingredientes principales son las carnes, legumbres, hortalizas y embutidos. Debido a sus numerosas variantes regionales, el nombre suele ir acompañado del  gentilicio según su origen geográfico, como madrileño, maragato, lebaniego, gallego o montañés.

Pidió el Gran Maestre que se señalice en la autovía A-8 y en la carretera nacional N-634 la Ruta del Cocido Montañés, a la vez que apuntó la posibilidad de crear un museo de este plato típico. Y resaltó  que el 70 por ciento hace turismo gastronómico y el 60 por ciento de los turistas planifica sus viajes en función de la comida.

El escritor e investigador Pedro Arce reseñó que en Cantabria hay más de 20 cocidos y unas 30 variedades. En su intervención fijó unos conceptos sobre los cocidos desde la Prehistoria hasta nuestros días e hizo  referencia a sus ingredientes principales, como son las legumbres, las verduras y hortalizas y las carnes, especialmente las del cerdo.

Mostró preocupación sobre el abandono de los platos de cuchara en nuestra actual forma de vida, sustituidos a veces por inventos gastronómicos foráneos de menor calidad alimenticia y más alto costo. Explicó que si bien los más conocidos son el montañés y el lebaniego, hay otros como el Pasiego, las Marmitas de nuestras villas marineras, la Olla Podrida de Guriezo, la Puchera Montañesa de Polaciones, la Olla Torancesa y  la Olla Ampuerense, entre otros.

Pedro Arce hizo un alegato final en defensa de los cocidos de Cantabria, pidiendo que  se  declaren Bien Inmaterial de Cantabria, como parte  de nuestra cultura gastronómica, atesorado a través de los tiempos y que debemos defender, conservar, divulgar, transmitir y, sobre todo, practicarlos, tanto en las casas como en los muchos y buenos restaurantes de toda la región.

Cerró el acto  Fernando de la Pinta, consejero delegado de la empresa pública Cantur, quien hizo llegar el aludo y el abrazo de Javier López  Marcano, consejero de Industria y Turismo, que no pudo acudir por estar de viaje, y resaltó la importancia de la gastronomía como uno de los pilares  de la oferta turística regional.

La ambientación folclórica corrió a cargo de los piteros Los Peralos, la ronda Salines y la bandina de gaitas Traslarroza. Por la tarde, la roda La Fueotna recorrió los pueblos del municipio cantando las tradicionales marzas. Los miembros de la Cofradía Los Cocidos de Cantabria disfrutaron de un almuerzo en el restaurante La Nogalea en el que no faltó el cocido montañés. Jaime Díaz definió el valle de Cabuérniga como la “cuna del cocido montañés”; Víctor Reinoso abogó por “fomentar el turismo gastronómico”, mientras Belén Ceballos recalcó que “es muy importante que se de visibilidad a nuestro plato estrella”. Por su parte, Javier Camino dijo que “hay que prestar atención a la gastronomía por lo que supone para la comarca” y Rosa Fernández que “es importante visualizar los establecimientos para atraer al turista”.