miércoles, mayo 8, 2024

El desafío de jerarquizar las experiencias en los negocios

Ya no alcanza con brindar un buen producto o servicio. A nivel mundial los consumidores eligen “vivir experiencias” a la hora de adquirir un bien o alguna prestación. En Argentina se empiezan a apreciar numerosas opciones para aquellos que buscan experiencias innovadoras, para disfrutar y aprender a la vez. ¿Cuáles son los lugares más representativos de este furor?

El viejo axioma que reza “el cliente siempre tiene la razón” parece estar más vigente que nunca, incluso los consumidores se sofisticaron y, además, se volvieron más exigentes. En este sentido, los comercios se enfrentan al desafío de estar a la altura para fidelizar a su público y despertar el interés en la gente para robustecer su clientela. De punta a punta del país, hay una gran oferta de lugares que giran en torno a un elemento específico y que vale la pena descubrir.

En Buenos Aires, se encuentra un exponente de experiencia del consumidor en la prestigiosa cadena de restaurantes Selvática. Rodeado de pinturas silvestres y de luces tenues, Selvática es el lugar ideal para que padres e hijos se deleiten con los sabores de la exótica cocina asiática sin dejar de lado los mejores ingredientes latinos. La intención de sus creadores es que los comensales recuerden para siempre los platos y los toques distintivos de los chefs.

Con sedes en el Alcorta Shopping en la Ciudad de Buenos Aires y en Pilar, Selvática ofrece una amplia gama de opciones gastronómicas, entre las que se destacan el sushi negro, pionero en su tipo en el país; el pulpo español con langostinos ecuatorianos, chipirones en salsa de ajíes y punzu picante; el ceviche yuzu, que amalgama salmón rosado, pepino, mango, quinoa y salsa yuzu; o el bautizado como ‘Rock Shrimps’, con langostinos ecuatorianos crocantes, bañados en emulsión de maracuyá e hilos de camote crocante.

En esa línea, otro de los infaltables es The Hole Penitentiary Bar, una propuesta innovadora, que con su temática carcelaria se convirtió en uno de los favoritos de sus comensales, que aprovechan la visita para sacarse fotos y subirlas a sus redes.

Se trata de un bar oculto en pleno Palermo que se destaca por su coctelería de autor y, sobre todo, por su ambientación. Está inspirado en la mítica prisión de Alcatraz, en la bahía de San Francisco, e invita a una experiencia distinta. ¿Cómo? Viajando en el tiempo a los oscuros años de este lugar de encierro, que supo albergar a los más grandes y peligrosos criminales de la mafia del contrabando en Estados Unidos durante la Ley Seca.

Fundado por el empresario gastronómico Martín Brenna, en The Hole, los asistentes deben ubicar el lugar por una puerta negra que podría ser el ingreso a cualquier otro rincón del barrio porteño. Tras atravesar un oscuro pasillo, un guardia da la bienvenida a la prisión, en donde se pueden disfrutar cócteles de autor en un entorno de celdas y guardias.

Esta nueva mirada de negocios llega también a otros sectores inesperados que buscan innovar para atrapar la atención de las personas. Yendo hacia el Sur del país, en la ciudad de Trelew, al noroeste de la provincia de Chubut, se encuentra el Aeropuerto Almirante Marcos A. Zar, único en el mundo por su ambientación paleontológica. Recientemente, el aeropuerto concesionado por la firma argentina London Supply Group fue protagonista de un momento histórico importantísimo: desde allí partieron las réplicas de los fósiles del Patagotitan Mayorum, el dinosaurio más grande del que se tenga registro, que habitó la Tierra hace cien millones de años.

La copia de los fósiles -creada por los paleoartistas del Museo Paleontológico Egidio Feruglio de Trelew- fueron distribuidas en cuarenta cajas y cruzaron el cielo en dos aviones de British Airways, con destino al Natural History Museum de Londres. Mientras, en las instalaciones del aeropuerto, continúa en exhibición el resto de los ejemplares para que nadie se pierda de la oportunidad de conocer las piezas claves de la historia de la humanidad.

En esa misma línea, otro exponente es el Parque Nahuelito, ubicado en Bariloche. El predio invita a retroceder en el tiempo y encontrarse con más de 30 réplicas de dinosaurios en tamaño real y a escala de aquellos enormes ejemplares del período Cretácico. En compañía de guías locales, la visita de unos 60 minutos consiste en una caminata de 400 metros por distintos senderos, para ir observando cada uno de estos animales prehistóricos y conocer más sobre sus vidas y sus principales características. Dentro del Parque, además hay un bar y un Dino Store con venta de souvenirs.

Siguiendo por el interior del país, llegamos a Córdoba donde “La Mona Jiménez” es un emblema del cuarteto cordobés y tiene un bar/museo en la capital de la provincia, ubicado en el barrio Cerro de las Rosas. El Museo propone un emocionante recorrido histórico a través de elementos icónicos, por caso se exponen los trajes que “La Mona” usó en sus shows. Es una exhibición que cuenta la vida y obra de “La Mona” desde una visión contemporánea en reconocimiento a su trayectoria. Allí se encuentra toda su discografía, incluyendo sus discos de oro y los premios otorgados al artista. Se trata de un punto de encuentro para acercar distintos públicos, desde fanáticos hasta curiosos.