sábado, mayo 18, 2024

El transporte aéreo en su peor año, según IATA.

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha publicado su informe World Air Transport Statistics (WATS) sobre los resultados del transporte aéreo mundial relativos al ejercicio 2020 y el efecto devastador que la crisis del COVID-19 ha tenido sobre la industria de las aerolíneas.

Según IATA el 2020 ha sido un año que quisiéramos  olvidar. El análisis de los datos pone de relieve  una asombrosa historia de perseverancia. En el peor momento de la crisis, en abril de 2020, el 66%  de la flota mundial de transporte aéreo comercial se vio obligada a permanecer en tierra ante el cierre de fronteras impuesto por los gobiernos o las estrictas medidas de cuarentena. Un millón de  puestos de trabajo desaparecieron. Y la industria perdió́ USD 126.000 millones. Muchos gobiernos  que reconocieron la contribución vital de la aviación brindaron respaldo financiero, entre otros. Pero  fue la rápida reacción de las líneas aéreas y el compromiso de nuestra gente lo que permitió́ que la industria de las aerolíneas sobreviviera al año más difícil de su historia”, dijo Willie Walsh, director general de IATA.

De acuerdo a los datos compartidos por la IATA en 2020 volaron 1.800 millones de pasajeros, un descenso del 60,2% respecto a los 4.500 millones que lo hicieron en 2019. Esta caída en el número de viajeros aéreos marcó mínimos históricos desde el registro de los datos, alrededor de 1950.

La demanda mundial (medida en pasajeros por kilómetro transportados, RPK por sus siglas en inglés) se contrajo un 65,9% interanual. La demanda internacional (en RPK) descendió́ un 75,6% respecto a 2019 y la demanda doméstica (en RPK) se desaceleró un 48,8% respecto a 2019.

La conectividad aérea se contrajo en más de la mitad en 2020 ante la caída drástica de las conexiones aéreas al inicio de la crisis y que llegó a superar un descenso del 60% interanual en abril.

En cuanto a los ingresos totales de la industria, los mismos descendieron un 69% hasta los USD 189.000 millones en 2020, con unas pérdidas netas de USD 126.400 millones.