jueves, marzo 28, 2024

IATA propone una estrategia de seguridad multinivel para la reanudación de la industria

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) ha publicado una hoja de ruta que aborda una serie de medidas temporales de bioseguridad basadas en un enfoque de seguridad multinivel para la reanudación de los viajes aéreos de pasajeros en medio de la crisis por el COVID-19.

La hoja de ruta de IATA, Biosecurity for Air Transport: A Roadmap for Restarting Aviation, proporciona la confianza que necesitan tanto los gobiernos para la apertura de las fronteras a los viajes aéreos,
como los pasajeros para volver a volar.

“No existe una única medida que pueda reducir por sí misma el riesgo y garantizar una reanudación segura de los vuelos; pero con un conjunto de medidas globales estratificadas y reconocidas mutuamente sí podemos conseguirlo. Esta es la mayor crisis de la historia de la aviación. El enfoque multinivel ha demostrado su eficacia en materia de seguridad integral y operacional. Y debe ser también el camino a seguir en aras de la bioseguridad”, dijo Alexandre de Juniac, Director General y
CEO de IATA.

Aspectos destacados de la hoja de ruta de IATA:

Previo al vuelo: IATA propone la recopilación de datos de los pasajeros antes del viaje por parte de los gobiernos —incluida información sobre su estado de salud— a través de canales bien probados, como eVisa o el sistema electrónico para la autorización de viaje.

En el aeropuerto de origen: IATA propone varios niveles de protección:

Acceso a la terminal debería limitarse a empleados del aeropuerto o aerolíneas y viajeros (a excepción de los acompañantes de personas con discapacidad o menores).

Control de temperatura por personal cualificado en los puntos de acceso a la terminal.

Distanciamiento físico a lo largo de todos los procesos de atención al pasajero, incluida la gestión de filas.

Uso de mascarillas por pasajeros y empleados, de acuerdo a la normativa local.

Opciones de autoservicio para la facturación con el fin de reducir al máximo la confluencia de personas en los puntos de contacto y filas, como facturación online (con tarjetas de embarque electrónicas o impresas), puntos de autoservicio de equipaje (con etiquetas impresas desde casa) y autoembarque.

Embarque eficiente mediante un nuevo diseño de las puertas de embarque, prioridad de embarque para reducir la congestión y limitación del equipaje de mano.

Limpieza y desinfección de superficies de alto contacto en línea con la normativa local, y provisionamiento continuo de desinfectante de manos.
Durante el vuelo: IATA propone varios niveles de protección:

Protectores faciales para todos los pasajeros y mascarillas para la tripulación.

Servicio de cabina simplificado y productos de cáterin preenvasados para reducir la interacción entre pasajeros y tripulación.

Medidas para evitar la confluencia de pasajeros a bordo, como, por ejemplo, la prohibición de hacer cola delante de los baños.

Limpieza más profunda y mejorada de la cabina.
En el aeropuerto de destino: IATA propone varios niveles de protección:

Control de temperatura por personal cualificado a requerimiento de las autoridades.

Control automatizado de los controles de aduana a través de aplicaciones para el teléfono y tecnología biométrica (cuya eficacia ya ha sido demostrada por algunos gobiernos).

Agilización de los reclamos de equipaje para reducir filas y mantener la distancia social.

Declaración jurada de salud del viajero y seguimiento eficaz de contactos, medidas a tomar por los gobiernos para reducir el riesgo de importar cadenas de transmisión del virus.
IATA destacó la necesidad de que estas medidas sean temporales y se revisen con regularidad, de modo que puedan ser reemplazadas por otras más eficientes o eliminadas en caso de que se vuelvan innecesarias. IATA puso el énfasis en dos medidas que podrían contribuir a un cambio radical en las medidas de bioseguridad y mejorar el proceso de los viajes aéreos hasta que se encuentre una vacuna: Test de COVID-19: IATA respaldará los tests cuando sean escalables y proporcionen resultados fiables y rápidos. Los tests al inicio del proceso de viaje crearían un ambiente de viaje “esterilizado” que tranquilizaría tanto a pasajeros como a gobiernos.

Pasaportes de inmunidad: IATA respaldará el desarrollo de pasaportes de inmunidad, para diferenciar a los viajeros sin riesgo, cuando estén avalados por la comunidad científica y reconocidos por los gobiernos.

IATA reiteró su oposición a las medidas de distanciamiento social a bordo y de cuarentena en destino:

 Las medidas de cuarentena se pueden reemplazar por una combinación de control de temperatura y seguimiento de contactos. El control de temperatura reduce el riesgo de que viajen pasajeros sintomáticos; por su parte, las declaraciones juradas de salud y el seguimiento de contactos tras la llegada reducen el riesgo de importar el virus y de que se desarrollen cadenas de transmisión.

 El distanciamiento social a bordo (asiento del medio libre) se puede sustituir por el uso de protectores faciales por todos los pasajeros, sumado a las propias características de la cabina, que ya reducen el riesgo de transmisión (los pasajeros se sientan mirando al frente y los sistemas de ventilación limpian y renuevan el aire con los mismos estándares de calidad que en un quirófano).

El reconocimiento mutuo de las medidas acordadas a nivel mundial es fundamental para la reactivación de los viajes internacionales. IATA está distribuyendo su hoja de ruta a todos los gobiernos como parte de su compromiso de apoyo al grupo de trabajo para la recuperación de la aviación tras el COVID-19 (CART, por sus siglas en inglés) de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), encargado de desarrollar los estándares globales necesarios para la reanudación segura de los viajes aéreos.

“Nuestra hoja de ruta es la manifestación del pensamiento de alto nivel de la industria respecto a la reactivación segura de la aviación. El tiempo corre en contra. Los gobiernos entienden la importancia de la aviación en la recuperación social y económica de sus países y muchos están planificando una reapertura gradual de sus fronteras en los próximos meses. Tenemos muy poco tiempo para llegar a un acuerdo sobre los estándares iniciales para apoyar la reconexión segura del mundo y dejar claro que los estándares globales son esenciales para el éxito. Esto cambiará a medida que la tecnología y la ciencia médica avancen. El elemento clave es la coordinación. Si no caminamos desde el principio juntos y de manera armonizada, tardaremos años en recuperarnos en medio de una situación
dramática”, dijo De Juniac.