La noche de Buenos Aires cuenta con un nuevo emprendimiento que, con música y tragos invita a disfrutar de las bellezas arquitectónicas de la City.
En las terrazas y patios de edificios emblemáticos del centro porteño se fueron abriendo bares y lugares con vistas privilegiadas y sitios históricos y/o culturales que atraían no solo a los turistas sino también a los foráneos.
Recientemente se sumó a ello la icónica Galería Güemes, con un mirador a 87 metros de altura y a pasos de las cúpulas de Diagonal Norte y Florida, en la azotea intermedia del sexto piso donde abrió Florida 165 Rooftop Bar.
Desde la torre Mitre, dentro de la Galería Güemes, se pueden observar las dos cúpulas del Edificio de Renta Bencich, la de cuatro pisos Miguel Bencich, la de tejas españolas del ex Banco de Boston, la art déco de La Equitativa del Plata. Y, justo enfrente, la del señorial edificio de la ex Gath & Chaves.
A la par del bar se erige el cuerpo edilicio de ocho pisos, más angosto y retirado, que hace crecer la Galería hasta la planta 14.
La historia nos revela que en el sexto piso también está el departamento donde vivió Antoine de Saint-Exupéry cuando residió en Buenos Aires, y que puede visitarse de lunes a viernes de 9.30 a 12.30, con entrada gratuita.
“Se nos ocurrió abrir el bar en la Galería Güemes porque siempre veíamos a la gente fotografiando esos edificios desde abajo, y queríamos encontrar una terraza donde poder ver las cúpulas desde otro lugar. Así fue que nos encontramos con este espacio, en una galería histórica”, nos cuenta Hernán de la Colina, que se dedica a “desarrollar experiencias para destinos turísticos”.
Fue así que el pujante Juan Fabbri aprobó la idea y así surgió esta nueva alternativa.
Y allí todo comienza desde la mañana donde es común ver los visitantes, que además de desayunar y sacan fotografías algunos disfrutan copiando en sus pinturas las cúpulas y disfrutando de la terraza con placer y tranquilidad. Ello motivó que se ofrezcan clases de pintura, y también un taller de nuestra infusión nacional de mate y degustación de yerbas.
El mediodía se presta también para poder disfrutar al aire libre de un refrigerio con algún alimento y hasta las 17 horas distintas alternativas están disponibles.
A partir de las 19 horas y con el atardecer dando paso a la noche Rooftop Bar brinda distintas alternativas como disfrutar de algún trago o incluir alguna picada. Pero si quieren disfrutar de la estrella de la gastronomía pueden degustar La Pierrade.
Es un método de cocción antiguo que consiste en colocar lonjas de carne, pescado o vegetales sobre una piedra caliente, ubicada en el centro de la mesa. Consta de una selección de carne vacuna y de cordero patagónico. Cada comensal pone la porción sobre la piedra, le agrega sal y deja que se cocine. Cuando considera que está a punto puede acompañarlo con salsas de distintos lugares de la Argentina: pimentón del norte, cebolla caramelizada de Río Negro, chutneys”.
Desde ya todo regado por cerveza tirada, vinos o champagne y para culminar dulcemente la propuesta es un flan de dulce de leche hecho con la receta de la abuela.