No ignoramos que el nombre de nuestra ciudad, Zamora, se repite, como muchas otras, en diferentes países de Latinoamérica. En mi viaje a Ecuador, hace algunos años, descubrí otra Zamora que nada se parece a la nuestra pero que sí comparten aspectos que podrían relacionarse, o al menos a mí me lo pareció. A la Zamora Chinchipe como se la denomina en Ecuador se la conoce como la Ciudad de Aves y Cascadas, dada la constante presencia de diversas aves y cascadas que sobresalen de las quebradas que rodean la ciudad. Aquí no tenemos quebradas periféricas pero sí aves en las Lagunas de Villafáfila y en las quebradas de nuestros Arribes del Duero. En el Parque Central de la Zamora ecuatoriana, existe una construcción con jardines y un monumento al loro de cuello blanco, que colinda con la Catedral Colonial. Aquí, en nuestra catedral, es frecuente ver a las cigüeñas blancas apostadas en la Torre, en la Cúpula y en cualquier arista superior del monumento. Nos llama la atención, en las noches de verano, cuando los conciertos en la Plaza de la Catedral emiten música de jazz, barroca, incluso flamenco, las cigüeñas permanecen apostadas en sus puntos de mira, quietas y absortas como el público asistente, disfrutando del momento. Quiero imaginar a las aves de la Zamora ecuatoriana extasiarse de la misma forma ante el rumor de la música y el tropel del agua.
El Malecón, junto al Río Zamora, está siempre concurrido por familias, por parejas de enamorados y por gente de todas las edades. Por las orillas del Río Duero, también los paseantes son frecuentes. Por las orillas del Río Zamora, los bares y terrazas ofrecen ancas de rana. Aquí también se degusta el mismo manjar por diferentes establecimientos de nuestra ciudad. Y existe una hostería como la Hostería Real de Zamora, que se asoma al Duero y a su puente medieval sobre el mismo.
Zamora Chinchipe es la provincia amazónica más austral del Ecuador, su biodiversidad encanta a los viajeros. Sus bosques, sus paisajes, sus ríos, su artesanía y sus gentes nos dan la bienvenida acogiéndonos con respeto y cariño. Una bienvenida refrescante a modo de 20 cascadas y chorreras que se extienden a lo largo de 56 kilómetros entre Loja y Zamora. Algunas son tan imponentes como la llamada El Velo de la Novia en el Km. 43 y cuenta con 60 metros de altura. Tanto esta cascada como el resto nacen en lo alto de la cordillera y es parada obligada para los que llegan hasta allí por primera vez. La Cascada Chorrillos en la parroquia El Limón, la más grande de todas es parte de un proyecto para la construcción de una central hidroeléctrica. Nuestra provincia de Zamora es como un pequeño continente de múltiples paisajes y donde no faltan, precisamente, centrales hidroeléctricas.
En esta Zamora ecuatoriana se siente la naturaleza en estado puro y sus infraestructuras ofrecen servicios turísticos de primer nivel, siendo el destino perfecto para la aventura y la diversión. El Cantón de Zamora Chinchipe cuenta con 25.255 habitantes y su población compuesta por familias de shuar, Saraguro, mestizo y afrodescendientes componen una interesante riqueza intercultural.
Me cuentan que el actual asentamiento humano se estableció por colonos mestizos y blancos llegados de Loja y de otras provincias que fueron llegando hasta el 12 de marzo de 1921, fecha cuando resurgió el Vicario Apostólico de Zamora, pero según datos que he ido recabando, la Zamora ecuatoriana debe su nombre a Hernando de Barahona quién el 4 de octubre de 1549 creó la primera fundación en honor al lugar donde nació en España, aquí, en Zamora. Y así surgió el nombre de esta ciudad en Ecuador.
La primera población se estableció en 1840 pero se extinguiría con el tiempo. Hasta a1930, casi cien años después Zamora siguió siendo una aldea con pequeñas casas, pero no pasaría mucho tiempo cuando inició su expansión siendo así como se la conoce en la actualidad, una ciudad alegre y próspera, con mucha vida y con una temperatura media de veinte grados, dado su clima tropical lo que contribuye a su propio dinamismo. En esto no hay similitud posible.
Concha Pelayo