viernes, noviembre 22, 2024

Viajeros franceses recuperados en Argentina

«Muchas gracias Argentina, la solidaridad de su pueblo es admirable», con este mensaje, y luego de haber sido dados de alta tras contraer Coronaviurs en El Calafate, los turistas franceses Chantal y Michel Barret resumieron la hospitalidad y la atención permanente del cuerpo médico y el personal de servicio de nuestro país.

El viento sopla casi de manera permanente en la Patagonia, la región más austral de Argentina y musa inspiradora de viajeros, exploradores y artistas, entre otros. Junto a las eternas distancias y la clásica estepa conforman un trinomio de magia y mística que hacen que sea un lugar diferente a cualquier otro en el mundo.

Es posible que todas estas características generen un sentido de pertenencia y de camaradería extrema en cada rincón patagónico. Nunca faltará la ayuda de un mecánico para arreglar un auto –fundamental para la movilidad-, la sonrisa en la recepción de un hospedaje o la incansable generosidad de los guías turísticos, por citar ejemplos.

Pero la hospitalidad y la solidaridad que tanto se palpa en la Patagonia también se perciben en el resto del territorio argentino. Es algo que distingue al país y que los viajeros del mundo reconocen y disfrutan al realizar una visita.

De regreso al suelo patagónico, al sudoeste de la Provincia de Santa Cruz, se ubica la ciudad de El Calafate, que en los últimos 20 años se convirtió en un ícono del turismo argentino y un referente a nivel mundial. ¿La razón? A poco más de una hora, por la Ruta Provincial N°11, se encuentra el Parque Nacional Los Glaciares, con el famoso glaciar Perito Moreno.

El Perito Moreno no es un glaciar más. Además de ser la imagen de El Calafate y unas de las más representativas de Argentina, es el único al cual se puede acceder caminando mediante un sistema de pasarelas, perfectamente diseñadas para tomar una y mil fotos, y alcanzar la gloria sensitiva.

Año tras año, miles de turistas de todas partes del mundo arriban a este pueblo-ciudad –ya cuenta con más de 25 mil habitantes- con el objetivo de ver y ¿por qué no? caminar sobre el legendario glaciar.

Con esa idea llegó el último 12 de marzo el matrimonio francés Chantal (62) y Michel Barret (77). El glaciar Perito Moreno, al igual que el Spegazzini o el Upsala, es una de las grandes maravillas del mundo y cualquier viajero debería tenerlo en su agenda.

Sin embargo, durante la primera noche en El Calafate, Michel comenzó a sentirse mal y a manifestar síntomas que, poco después, confirmaron que había contraído el coronavirus COVID-19. De esa manera, se convirtió en la primera persona infectada en la localidad santacruceña –días después su esposa Chantal también sería afectada por el virus.

Lejos de entrar en pánico, Michel fue internado en el Hospital de Alta Complejidad El Calafate SAMIC. Allí, además de ser evaluado y recibir el tratamiento adecuado, se encontró con algo mucho más curador que cualquier medicina: la calidez humana.

Más allá de la infección, lo más complicado para el matrimonio fue estar lejos de su casa y no hablar español. Sin embargo, ambos resaltaron la solidaridad en todo momento por parte del cuerpo médico, del Hotel Edenia, de las agencias turísticas Partir (Francia) y Esteros Viajes (Argentina), y de la Cónsul Honoraria de Francia en Santa Cruz, Fernanda González, entre tanta gente que prestó colaboración.

La condición física –los dos son deportistas-, sumada a la mencionada asistencia del equipo de médicos argentinos y el personal de servicio que, día a día, permiten que el país disponga de los recursos necesarios para afrontar la pandemia, fueron alguno de los factores fundamentales para que el pasado 1 de abril ambos obtuvieran el alta médica del nosocomio calafateño.

Cabe señalar que, entre los distintos progresos que ha mostrado El Calafate, y no sólo a nivel turístico, el mencionado hospital fue inaugurado en el año 2015 con un perfil en alta complejidad y hospital de referencia en la provincia.  Forma parte de la red Sistema de Atención Médica Integral para la Comunidad (SAMIC) junto a otras instituciones del país como el Hospital El Cruce de Florencio Varela, Cuenca Alta de Cañuelas y Garrahan.

Tanto Chantal, como Michel se mostraron muy agradecidos con los médicos y enfermeros del hospital, dejando una mención especial para las doctoras Viviana Galache y Verónica De Cristófaro.

Galache es oriunda de Río Gallegos, capital de Santa Cruz. Es infectóloga recibida en la Universidad de Buenos Aires y reside en El Calafate desde 2015. Por su parte, De Cristófaro proviene de Río Turbio –a poco menos de tres horas en auto hacia el sur de El Calafate, también en Santa Cruz- es especialista en otorrinolaringología, graduada en la Universidad de La Plata, y Presidenta del Consejo de Administración del Hospital.

Ambas son un orgullo para la provincia y un ejemplo del prestigioso nivel universitario argentino. En este sentido, es importante destacar que el sistema universitario argentino cuenta con 120 instituciones públicas y privadas, reconocidas internacionalmente, a las que asisten más de 1,8 millones de estudiantes en todo el país.

“Además de las doctoras es importante destacar el rol de servicios como Guardia, Enfermería, choferes, administrativos que facilitaron procesos para su tratamiento, laboratorio, personal de limpieza. El bienestar y la recuperación de Chantal y Michel fue una preocupación para toda la comunidad hospitalaria”, apuntó Lucrecia Pejkovic, encargada de prensa del hospital.

Chantal y Michel ya cumplieron casi 15 días sin ningún síntoma y esperan la autorización final para regresar a Francia. La aventura de visitar los glaciares quedará para más adelante, aunque juran volver y deleitarse con esta increíble maravilla patagónica.

Hoy el Perito Moreno descansa en soledad, añorando a los turistas del mundo. El cristalino lago Argentino implora por la llegada de vuelos al moderno aeropuerto de la ciudad, retirado a media hora del centro. La avenida del Libertador, arteria principal y siempre pujante de El Calafate, al igual que sus calles aledañas, está vacía por la cuarentena obligatoria.

Sin embargo, el viento que tanto sopla en estas latitudes promete traer buenas noticias prontamente. Sólo es cuestión de tener un poco de paciencia, esperar en casa e imaginar un mini trekking por el glaciar, levantar una exquisita copa de Malbec, compartir un asado o empaparse con las infinitas aguas de Iguazú. Argentina tiene múltiples opciones y, al dejar atrás la pandemia, volverá a darles a los viajeros del mundo la misma calidez que recibieron Chantal y Michel.