sábado, febrero 20, 2021

Nantes: Elogio de la transgresión en la ciudad de Julio Verne.

Al entrar en uno de los parques públicos de la ciudad de Nantes me encontré con un cartel que decía “El viaje a Nantes, elogio de la transgresión”.Nantes, es una ciudad creativa, aquí nació Julio Verne y la fantasía y la inventiva vive en sus calles, lo extraordinario se convierte en realidad y no deja de sorprenderte la pequeña ciudad al transitar por sus calles. Las historias van de arte moderno, surrealismo y mucha creatividad, encajados en el paisaje urbano con su historia y su naturaleza.

Una línea verde pintada en el pavimento recorre la ciudad a través de un itinerario de 12 kilómetros que te lleva a descubrir la riqueza histórica, arquitectónica y todos los monumentos y lugares de interés que hay que visitar.

No se parece mucho a otras ciudades francesas, Nantes es una combinación de historia, arte, cultura y modernidad.

La línea verde te lleva al Castillo de los Duques de Bretaña y descubres porque Nantes dejó de pertenecer a Bretaña y pasó a formar parte de los países del Loira. Frente al castillo hay una gran explanada con la llamada fuente del espejo del agua. A solo unos metros está el emblemático edificio LU, donde nacieron grandes marcas de galletas y que una vez rehabilitado se ha convertido en un lugar idóneo para la creatividad y la cultura.

Imprescindibles de ver, su catedral de San Pedro y San Pablo, la iglesia de San Nicolas, el barrio de Bouffay con sus animados rótulos y carteles en las tiendas, fachadas y sus pequeños comercios.

A pocos pasos de la estación del ferrocarril el jardín de las plantas, y entrando en su casco antiguo en el barrio de Graslin, el Pasaje de Pomerage, la galería cubierta más elegante de la ciudad que se construyó

En el barrio de la Estación, hay que visitar el Museo de las artes, remodelado en 2017 y donde nos esperan las obras de Kandinsky, Monet y Picasso mezclados con obra clásica en las mismas salas.

Y hablando de caprichos, y frente al edificio de la Opera, el restaurante mítico “la Cigale”. Con su bella decoración art decó y con más de 120 años de historia sugiere lo mejor de la gastronomía.

Las mejores vistas de la ciudad hay que contemplarlas desde el único rascacielos de la ciudad, La Torre Bretaña, en su planta 32 hay una terraza panorámica con vistas de 360 grados de la ciudad a 144 metros de altitud.

Una escultura de pájaro en su interior hace las delicias de grandes y chicos en su bar El Nido, creado por el artista contemporáneo Jean Jullien .

Al descender la línea verde nos marca el camino para llegar a la Isla, la propuesta cultural más atrevida creada en un antiguo astillero y polígono industrial reconvertido en el barrio más creativo de la ciudad. La joya del lugar es Las Maquinas de la Isla, un proyecto artístico inspirado en los mundos imaginarios de Julio Verne, el universo mecánico de Leonardo Da Vinci y el pasado industrial de la ciudad. En su galería encontramos plantas mecánicas y animales de dosel cargados de creatividad y fantasía.

Un gran elefante articulado de grandes dimensiones te lleva de paseo por los alrededores convirtiéndose en el gran protagonista de la isla.

A su paso se encuentra El Carrusel de los Mundos marinos con sus 25 metros de alto y 22 de diámetro. Tiene tres pisos y nos permite conocer de cerca los mundos marinos y sus especies.

Hay que dejarse llevar por Nantes y ver como por sus caminos o líneas verdes te descubren obras realizadas por grandes artistas, calles repletas de historia, algunos tesoros desconocidos o una increíble puesta de sol desde el estuario.

Nantes se encuentra entre el mar y la tierra, entre lo vegetal y lo animal, entre Bretaña, y el Loira.

Nantes se ha enriquecido con los sabores del mundo que exploradores y navegantes trajeron a lo largo de los siglos.

Descubrir Nantes es una gran aventura, una bonita aventura.