La temporada de avistamiento de ballenas jorobadas, que cada año atrae a miles de turistas hacia este país, comenzó en las aguas de la Bahía de Samaná. Con exuberantes tierras y zonas costeras protegidas como parques nacionales, reservas y santuarios, República Dominicana es el país con mayor biodiversidad del Caribe, lo que la ha llevado a transformarse en un importante destino para los ecoturistas, sobre todo para la observación de ballenas en la Bahía de Samaná. Desde 1962, el país trabaja en la preservación de ecosistemas sensibles a través de alianzas con líderes como The Nature Conservancy, las Naciones Unidas y el Smithsonian Institution para crear una poderosa protección del medio ambiente. A su vez, República Dominicana ofrece una variedad de actividades amigables con el medio ambiente para los viajeros que buscan las aventuras que mejor promueven temas de conservación y preservación. El Santuario de Mamíferos Marinos de República Dominicana es uno de los más renombrados del país. Cuenta con una superficie de 518 km² y rodea la península de Samaná. Considerado como uno de los primeros santuarios de ballenas en el mundo, se fundó en 1966 y se ha ampliado desde entonces para garantizar una mejor protección para las ballenas. La temporada de observación comienza a mediados de enero y continúa hasta fines de marzo. Sin embargo, las excursiones están disponibles mientras las ballenas permanezcan en la bahía, ya que son más de 3.000 los ejemplares que llegan hasta las tibias y cristalinas aguas de Samaná. Estos pacíficos mamíferos emigran con las intenciones de aparearse y dar a luz. Mientras los machos compiten asertivamente en las afueras de la bahía por hembras, éstas permanecen más hacia adentro en aguas menos profundas para así proveer las condiciones perfectas para los más jóvenes. De esta manera, los visitantes podrán observar las ballenas jorobadas y escuchar su canto a corta distancia, sin ponerlas en peligro y con la seguridad necesaria para los espectadores. La península de Samaná está ubicada entre las montañas del Caribe, en la costa noreste de República Dominicana. La zona es famosa por sus playas tranquilas y vírgenes, además de sus aguas de un radiante color turquesa. Por su parte, las montañas brindan un escenario fuera de lo común para los amantes del ecoturismo. Más información: www.GoDominicanRepublic.com