
Luego de la decisiva Conferencia de Servicios convocada por el Comisionado Delegado por la Emergencia, Franco Gabrielli, las autoridades competentes dispusieron las autorizaciones y permisos necesarios para comenzar la remoción.
Titan Salvage es una sociedad estadounidense que pertenece al Grupo Crowley, líder mundial en el rubro de recuperación de rescates marítimos y remoción de restos. Micoperi es una compañía italiana, especializada en la construcción e ingeniería subacuática, con muchos años de experiencia en el sector.
El proyecto, que prevé reflotar el barco en una sola pieza, pone toda su atención en garantizar el mínimo impacto ambiental posible, proteger la actividad turística y económica de la Isla de Giglio y la máxima seguridad en las tareas.
La protección ambiental será la máxima prioridad para durante este monumental operativo de rescate y remoción de restos, nunca antes realizado en el mundo. Una vez finalizadas las tareas de remoción, se realizará la limpieza del fondo del mar y se reforestará la flora marina.
El proyecto también incluye medidas para proteger la industria turística y económica de la Isla de Giglio. La presencia de los trabajadores que participarán en las tareas de rescate no tendrá consecuencias significativas en la disponibilidad de alojamiento de la isla para la temporada de verano. Además, la base de operaciones estará ubicada fuera de la isla, en Italia continental, cerca de Piombino, donde se almacenarán los equipos y materiales necesarios para las tareas, evitando así cualquier impacto en las actividades portuarias de la isla.
Las operaciones se dividirán en cuatro etapas: Primero, luego de la estabilización de la nave, se construirá una plataforma submarina y cajones que se pueden rellenar con agua se fijarán en el lado del barco que está fuera del agua; Luego, dos grúas fijas a la plataforma enderezarán la nave, ayudadas por los cajones de aire comprimido que se llenarán de agua;
Una vez que el barco esté enderezado, se fijarán cajones del otro lado del casco;
Por último se vaciarán los cajones de ambos lados, después de tratar y purificar el agua para proteger el medio marino, y se llenarán de aire.
Una vez a flote, los restos del Costa Concordia serán remolcados a un puerto italiano, y serán tratados en conformidad con lo dispuesto por las autoridades italianas.
El plan que se llevará a cabo fue seleccionado por un equipo técnico de evaluación, compuesto por representantes de Costa Cruceros, Carnival Corporation & plc, London Offshore Consultants y Standard P&I Club, con la colaboración de RINA y Fincantieri, en concordancia con las recomendaciones de las autoridades italianas. Este proyecto es el que mejor se adaptaba a los requisitos para la remoción del barco: hacerlo en una sola pieza, un mínimo impacto ambiental, la protección de la economía de la Isla Giglio y de su industria turística, y la máxima seguridad de la obra.



