viernes, noviembre 22, 2024

Parténope, nueva ópera en el Teatro Real de Madrid

Los aplausos se suceden a lo largo de toda la representación, a pocos minutos de comenzar, y los cantantes parece que se crezcan más y más ante el incipiente estímulo.  

Parténope, la nueva ópera, de Händel, nos lleva a un mundo de celos e intrigas en la que los personajes representan a seres mitológicos siendo la diosa/reina de todos ellos, Parténope, una dama sofisticada de la que se enamoran cuatro pretendientes, uno de ellos travestido de mujer.

Con todos estos ingredientes, la ópera se convierte en una especie de sainete, o vodevil lleno de magia donde los actores se desplazan por el escenario, subiendo o bajando la escalera, dejándose caer sobre la barandilla o sujetándose de forma inverosímil por los pies mientras la cabeza oscila en el vacío lo que demuestra que, además de magníficos cantantes, también son auténticos atletas. Todo ello no sólo divierte al espectador, sino que le asombra tanta pericia circense mientras las voces nunca callan y salen de las gargantas sin ninguna dificultad. Lógicamente, el público premia estos divertidos excesos con repetidos aplausos.

Como ya han apuntado algunos, Parténope es una ópera seria, alejada de lo que se entiende por ópera bufa. Muy al contrario, representa una gran ópera, con toda su complejidad.

Por su parte, Ivor Bolton, el director de la orquesta, genial en todo momento, demuestra una gran complicidad con los actores durante toda la representación. Hubo guiños y sonrisas como cuando en el escenario aparece un personaje disfrazado de menina (o lo parecía) con perilla y bigote, una Parténope moderna y sofisticada vestida con un traje de fiesta en tonos plateados, un fotógrafo despistado o una mujer con bata de estar por casa. La escena brillaba de puro surrealismo ante el beneplácito del entusiasmo del público.

También cabe destacar el trabajo del equipo técnico: escenógrafo, figurinista, iluminador o coreógrafa por el resultado de la puesta en escena, cálida y luminosa, siempre bellísima y de gran efecto.

La ópera consta de tres actos. En el primero Rosmira disfrazada de hombre se presenta como Eurímene pero es reconocida y reprocha a Arsace que la haya abandonado. Éste implora su perdón. Parténope, personaje tras el cual gira toda la trama, prefiere a Arsace entre los cuatro pretendientes que la procuran al que pone al mando de sus tropas contra Emilio lo que provoca los celos de los otros pretendientes.

En el segundo acto, las tropas de Parténope y Emilio entran en combate y Emilio es capturado por Arsace. Armindo declarará su amor por Parténope, pero ella sigue amando a Arsace. Se establece una lucha se sentimientos encontrados entre Rosmira y Arsace.

En el acto tercero Parténope descubre que Eurímene no ha retado a Arsace en su nombre sino en el de una mujer. Esta traición hace que Parténope, se decante por Armindo y abandona a Arsace que vuelve con Rosmira.

La ópera tiene una duración de tres horas treinta minutos. Se han ofrecido diez representaciones. La última mañana, 23 noviembre.

Coproducción de la English National Ópera, la San Francisco Ópera y la Ópera Australia

Concha Pelayo De AICA, Asociación Internacional Críticos de Arte