Hacía trece días que había asumido el nuevo gobierno. El viernes 13 de marzo, el Presidente de la RepúblicaLuis Lacalle Pou, anunció en conferencia de prensa que Uruguay tenía cuatro casos de COVID-19.
Uruguay es un país pequeño, con apenas tres millones y medio de personas; la baja densidad de la población, -19.564 hab/km2- mayoritariamente localizada en Montevideo y la franja costera ha sido una ventaja en el bajo desarrollo de la pandemia en el territorio.
A partir de esa fecha, el Gobierno trabaja en todos los ámbitos: sanitarios, económicos y sociales. Se decretó emergencia sanitaria, se suspendieron las clases presenciales, servicios religiosos y espectáculos públicos en todo el país; se cerraron fronteras y se suspendieron vuelos, entre otras medidas. Se creó un Fondo Nacional de Coronavirus, integrado con el ahorro del 20% de los sueldos de más de U$S 1800 del presidente, ministros, legisladores y funcionarios públicos. Ese fondo se utilizó para otorgar dar amparo a los más necesitados, subsidios o apoyos a emprendimientos; se ampliaron los seguros de desempleo para todas las actividades afectadas.
Un Grupo Asesor Científico Honorario, con tres referentes a la cabeza, está asesorando al gobierno, analizando todos los pasos a seguir, en lo sanitario, para que luego se vayan tomando medidas en lo económico y en lo laboral. Otra de las fortalezas de Uruguay es el sistema de salud universal, que jugó un papel clave en la contención de la pandemia. Se implementó la atención domiciliaria, para evitar contagios en hospitales y sanatorios. A mediados de julio, el país se encontraba en el segundo lugar en cantidad de pruebas realizadosen América del Sur: 19.7 test cada 1000 personas.
Desde el primer momento se apeló a la responsabilidad; el Gobierno “exhortó” a que la gente se quedara en sus casas. Y el 90% de la población cumplió. No se necesitó imponer una cuarentena obligatoria, ni toque de queda, como en otros países. El 22 de abril comenzó la transición hacia la llamada “nueva normalidad” con la apertura de las escuelas rurales y el sector de la construcción, y el 5 de mayo con la atención presencial en las oficinas públicas. Luego se pasó a la etapa de “uso responsable de la libertad”, con distanciamiento físico sostenible y tiempo de exposición breve para evitar contagios. El uso de tapabocas se volvió obligatorio para casi todas las actividades.
Uruguay fue el primer país de América (y tercero en el mundo) en contar con una App que permite monitorear si una persona estuvo con otra positiva, y eso fue posible por el gran desarrollo tecnológico del país.La prensa mundial ha analizado el caso de Uruguay, que es uno de los 46 países del mundo y uno de los dos de Sudamérica -junto a Paraguay-, que le “está ganando” al virus. La BBC definió a Uruguay como“un caso de éxito en la gestión de la crisis del coronavirus”.
Y el Gobierno supo comunicarse con la población; los uruguayos nos acostumbramos a ver conferencias de prensa diarias, en horario central de los noticieros de televisión, donde, tanto el Presidente de la República, Luis Lacalle Pou, como el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, así como varios ministros, daban la cara para informar las malas noticias. Y luego para anunciar las “buenas”, las medidas para la reapertura de actividades, con “pasos cortos, seguros, responsables y monitoreados”.
Hasta el momento, los resultados son “auspiciosos”. De a poco se ha ido autorizado la reapertura de diversas actividades, cada una con su protocolo, revisados exhaustivamente por las autoridades sanitarias y la Presidencia; la prioridad siempre fue preservar la salud de la población. Las primeras actividades en liberarse fueron los deportes individuales, luego el regreso del fútbol y otros deportes, pero sin público. En junio, Uruguay fue el primer país de la región donde se retomó la presencialidad en la enseñanza pública y privada. También fue el primero en América en reabrir museos, cines, teatros y otras actividades culturales.
¿Y en el Turismo cómo andamos?
El sector turístico -como en tantos países- tuvo una afectación inmediata y fulminante. El ingreso de personas a Uruguay cayó un 94% respecto al mismo período del año 2019, medido del 13 de marzo al12 de julio.En la segunda quincena de marzo cerraron la mayoría delos establecimientos hoteleros y gastronómicos en todo el territorio, así como museos, espectáculos públicos y privados, entre otros.
La reactivación del turismo en Uruguay es considerada prioritaria por el Gobierno, ya que incide en el 8 % de la economía y abarca al 11 % de la población activa del país. El Presidente de la República se reunió regularmente con el ministro y el subsecretario de Turismo, así como con instituciones referentes del sector privado, como la Cámara Uruguaya de Turismo, entre otras. El Gobierno ha otorgado una serie de beneficios a las empresas turísticas en general, para ir paliando la situación provocada por el COVID-19.
Una paradoja: en marzo, el ministro de Turismo Germán Cardoso tuvo que pedir a los uruguayos “no salir a hacer turismo” durante la tradicional Semana de Turismo (Semana Santa), unas de las fechas en las que más movimiento se daba en el país.
En abril, el MINTUR convocó a la Cámara Uruguaya de Turismo, para trabajar juntos en un Comité de Reactivación del Turismo Uruguayo, al que se sumaronel Congreso Nacional de Intendentes; directivos y asesores de diversas gremiales turísticas, del Ministerio de Salud y de la OPP. Se elaboraron los protocolos que debían regir a los sectores de hotelería y gastronomía, para dar garantías a los trabajadores y a los usuarios y transmitir confianza. Los mismos fueron informados el 26 de junio, por lo que los establecimientos comenzaron a abrir bajo estrictas medidas sanitarias, con el sello de “Turismo Responsable”. Se entró así en lo que el Ministerio había definido como “fase uno”.
Los centros termales del Litoral tuvieron su protocolo y reabrieron a mediados de julio, justo para las vacaciones de invierno.El Turismo Interno comenzó a reactivarse de a poco, con buen movimiento en las termas, en el departamento de Colonia, en Maldonado y Rocha, en establecimientos rurales. Para el fin de semana largo del 22 al 25 de agosto, los uruguayos también coparon hoteles y posadas de varios puntos de Uruguay, porlo que se movieron los restaurantes, bodegas turísticas, museos y otras atracciones, renovando la esperanza de muchos operadores. Y el movimiento ha continuado durante los fines de semana.
Fronteras
Y llegó una buena noticia para Uruguay: el 1º de julio la Unión Europeaabrió fronteras a 18 naciones, entre ellos a Uruguay, único país de América Latina. Un mes después, Costa Rica también abrió sus fronteras a los uruguayos. Pero seguíamos con las fronteras cerradas al Turismo. El Aeropuerto Internacional de Carrascosólo recibía vuelos humanitarios y de repatriación.A mediados de julio, retornaron Iberia y Air Europa, que se sumaron a Amaszonas Uruguay, con vuelos para uruguayos, extranjeros residentes, diplomáticos, o ingresos transitorios con fines laborales, económicos, empresariales o judiciales y fundado en razones de necesidad impostergable.Todo bajo un estricto protocolo: presentación de test PCR con resultado negativo, realizado como máximo 72 horas previo al viaje; cuarentena de 7 días, un nuevo hisopado y -en función del resultado-, la posibilidad de hacer vida normal. Hasta ahora, el 99,86% de visitantes que ingresaron vía aérea no presentaron síntomas del coronavirus.
A principios de agosto, Uruguay reabrió el espacio aéreo a operaciones comerciales. El 18 de agosto, el ministro de Turismo Germán Cardoso anunció la reapertura de fronteras a turistas de la Unión Europea, -sin fecha para entrada en vigencia-, en un gesto de reciprocidad. Unos días después se reactivaron los vuelos entre Asunción y Montevideo, luego llegaron Latam (desde San Pablo y desde Santiago de Chile), Copa Airlines y Paranair; mientras que American Airlines adelantó para el 5 de noviembre el regreso de sus dos vuelos semanalesdesde Miami.
Por su parte, Buquebus que comenzó con un viaje por semana entre Buenos Aires y Montevideo, ahora cuenta con tres frecuencias semanales entre ambas capitales, y desde diciembre también unirá a Buenos Aires y Piriápolis.
A finales de agosto, Uruguay figuraba como el quinto país más seguro del mundo para hacer turismo en épocas de coronavirus, según un índice elaborado por la agencia alemana “Tourlane”, que recoge estadísticas variadas. A los pocos días, Uruguay trepó al segundo puesto…
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou expresó: “El mundo va a buscar países sanos, que no se hayan visto tan afectados por la pandemia”.El Secretario General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili, dijo que: “la confianza es la nueva moneda de esta nueva normalidad. Si la gente confía en los gobiernos y en el sector turístico para mantenerlos a salvo de daños, de hecho, viajarán ni bien puedan”.
Expectativa por la temporada de sol y playa
Ahora se mira hacia la temporada de sol y playa, que sin duda va a ser distinta a otras… El Presidente Lacalle ha encomendado al Grupo Asesor Científico Honorario el estudio del “Plan Verano”. Por su parte, el ministro de Turismo informó “que se está trabajando con determinación, esperanza y expectativa” de poder tener una temporada de sol y playa “con una nueva normalidad controlada”. Uruguay está muy atento al estado sanitario de los países vecinos, Argentina y Brasil, y por sobre todo, va a seguir cuidando a los uruguayos y residentes.
Uruguay es un país de brazos abiertos, diverso, que gusta de recibir turistas -y luego, muchos de ellos eligen vivir en esta tierra-. Son nuestros hermanos argentinos, los brasileros, chilenos, paraguayos, de otros países de América, así como europeos que están descubriendo que esta nación, de grandes planicies, abrazada por el río de los Pájaros Pintados, por el río de la Plata y el océano Atlántico, es un oasis con alta calidad de vida, un “Uruguay Natural”.
María Shaw (*)
(*) María Shaw. Periodista uruguaya especializada en turismo. Conduce el noticiero de turismo Azul & Verde en Carve 850AM en Uruguay y es columnista de www.compatiendoturismo.com y www.radiodeviaje.com en Argentina. Escribe en revistas y portales turísticos de Uruguay y en varios países de Iberoamérica. Es fundadora del Círculo de Periodistas de Turismo del Uruguay (CIPETUR), del que fue directiva por 7 años (2009-2016); es Secretaria General del Fórum Iberoamericano de Periodistas de Turismo desde 2010. Ha recibido varios reconocimientos por parte del Ministerio de Turismo de Uruguay, de la Dirección de Turismo de la Intendencia de Montevideo, del Municipio de Punta del Este y de la Cámara Uruguaya de Turismo, entre otras instituciones nacionales e internacionales.